Anattalakkhana Sutta
SN 22,59 {13S3.1.2.1.7,59}
Esto he
escuchado. En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el Parque de los
Venados de Isipatana, cerca de Baranasi. Estando allí, se dirigió al grupo de
los cinco monjes:
Monjes, la
forma es no-ser. Porque si la forma fuera el ser, no conduciría a la aflicción
y sería posible conseguir que la forma fuera de esta manera o de esta otra
manera. Pero como la forma es el no-ser, entonces conduce a la aflicción y no
es posible conseguir esto de ella: que la forma sea de esta u otra manera.
Monjes, la
sensación es no-ser. Porque si la sensación fuera el ser, no conduciría a la
aflicción y sería posible conseguir que la sensación fuera de esta manera o de
esta otra manera. Pero como la sensación es el no-ser, entonces conduce a la
aflicción y no es posible conseguir esto de ella: que la sensación sea de esta u
otra manera.
Monjes, la
percepción es no-ser. Porque si la percepción fuera el ser, no conduciría a la
aflicción y sería posible conseguir que la percepción fuera de esta manera o de
esta otra manera. Pero como la percepción es el no-ser, entonces conduce a la
aflicción y no es posible conseguir esto de ella: que la percepción sea de esta
u otra manera.
Monjes, las
formaciones mentales son no-ser. Porque si las formaciones mentales fueran el
ser, no conducirían a la aflicción y sería posible conseguir que las
formaciones mentales fueran de esta manera o de esta otra manera. Pero como las
formaciones mentales son el no-ser, entonces conducen a la aflicción y no es
posible conseguir esto de ellas: que las formaciones mentales sean de esta u
otra manera.
Monjes, la consciencia
es no-ser. Porque si la consciencia fuera el ser, no conduciría a la aflicción
y sería posible conseguir que la consciencia fuera de esta manera o de esta
otra manera. Pero como la consciencia es el no-ser, entonces conduce a la
aflicción y no es posible conseguir esto de ella: que la consciencia sea de esta
u otra manera.
Qué opinan,
monjes, ¿es la forma permanente o transitoria?
Transitoria,
venerable señor.
Y lo que es
transitorio, ¿da insatisfacción o felicidad?
Insatisfacción,
venerable señor.
Y lo que es
transitorio, insatisfactorio y sujeto a cambio, ¿puede ser considerado: esto es
mío, esto soy yo, esto es mi ser?
No, venerable
señor.
La sensación,
la percepción, las formaciones mentales y la consciencia, ¿son permanentes o
transitorias?
Transitorias,
venerable señor.
Y aquello que
es transitorio, ¿da insatisfacción o felicidad?
Insatisfacción,
venerable señor.
Y si es
transitorio, insatisfactorio y sujeto a cambio, ¿puede ser considerado: esto es
mío, esto soy yo, esto es mi ser?
No, venerable
señor.
Por eso,
monjes, cualquier clase de forma —del pasado, presente o futuro, interna o
externa, vulgar o sutil, inferior o superior, lejana o cercana—, toda forma
debería ser vista tal como realmente es, con la correcta sabiduría: esto no es
mío, esto no soy yo, esto no es mi ser.
Cualquier
clase de sensación —del pasado, presente o futuro, interna o externa, vulgar o
sutil, inferior o superior, lejana o cercana—, toda sensación debería ser vista
tal como realmente es con la correcta sabiduría: esto no es mío, esto no soy
yo, esto no es mi ser.
Cualquier
clase de percepción —del pasado, presente o futuro, interna o externa, vulgar o
sutil, inferior o superior, lejana o cercana—, toda percepción debería ser
vista tal como realmente es, con la correcta sabiduría: esto no es mío, esto no
soy yo, esto no es mi ser.
Cualquier
clase de formación mental —del pasado, presente o futuro, interna o externa,
vulgar o sutil, inferior o superior, lejana o cercana—, toda formación mental
debería ser vista tal como realmente es, con la correcta sabiduría: esto no es
mío, esto no soy yo, esto no es mi ser.
Cualquier
clase de consciencia —del pasado, presente o futuro, interna o externa, vulgar
o sutil, inferior o superior, lejana o cercana—, toda consciencia debería ser
vista tal como realmente es, con la correcta sabiduría: esto no es mío, esto no
soy yo, esto no es mi ser.
Monjes, viendo
de esta manera, el instruido noble discípulo experimenta desapego hacia la
forma, desapego hacia la sensación, hacia la percepción, hacia las formaciones
mentales y la consciencia. Y experimentando desapego, llega a estar
desapasionado y, mediante el desapasionamiento, su mente se ve liberada. Alcanzada
esta libertad, entonces llega el conocimiento de que está liberado y comprende:
destruido está el nacimiento, la vida santa ha sido vivida, lo que había que
hacer se ha realizado y, he aquí, no hay más futuros estados de existencia.
Esto fue lo
que dijo el Despierto. Entonces aquellos cinco monjes se sintieron satisfechos
y deleitados por las palabras del Bienaventurado, y sus mentes se vieron
liberadas mediante el no-apego.