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Cinco realidades para reflexionar

Uppajjhatthana Sutta

AN 5,57 {16A5.2.1.6,56}


Existen estas cinco realidades en las que uno debería reflexionar a menudo. Y, ¿cuáles son estas cinco?

Estoy sujeto al envejecimiento, no estoy más allá del envejecimiento. Esta es la primera realidad en la que uno debe reflexionar a menudo.

Estoy sujeto a la enfermedad, no estoy más allá de la enfermedad. Esta es la segunda realidad en la que uno debe reflexionar a menudo.

Estoy sujeto a la muerte, no estoy más allá de la muerte. Esta es la tercera realidad en la que uno debe reflexionar a menudo.

Todo lo que me resulta querido y atractivo, cambiará y desaparecerá. Esta es la cuarta realidad en la que uno debe reflexionar a menudo.

Soy dueño de mis acciones, heredero de mis acciones, nacido de mis acciones, ligado a mis acciones y tengo a mis acciones como juez. Haga lo que haga, para bien o para mal, eso heredaré. Esta es la quinta realidad en la que uno debe reflexionar a menudo.

Estas son las cinco realidades sobre las que uno debería reflexionar a menudo, ya sea mujer, hombre, laico o monje.

Ahora bien, ¿basándose en qué razonamiento uno debe reflexionar que está sujeto al envejecimiento y no está más allá del envejecimiento? En este razonamiento: existen seres que están embriagados con la borrachera de la juventud; debido a esta embriaguez de la juventud tienen una mala conducta con el cuerpo, la palabra y la mente; pero cuando se reflexiona a menudo sobre esta realidad, aquella embriaguez de la juventud desaparece por completo o se vuelve débil.

Ahora bien, ¿basándose en qué razonamiento uno debe reflexionar que está sujeto a la enfermedad y no está más allá de la enfermedad? En este razonamiento: existen seres que están embriagados con la borrachera de ser una persona sana; debido a esta embriaguez de la salud tienen una mala conducta con el cuerpo, la palabra y la mente; pero cuando reflexionan a menudo sobre esta realidad, aquella embriaguez de la salud desaparece por completo o se vuelve débil.

Ahora bien, ¿basándose en qué razonamiento uno debe reflexionar que está sujeto a la muerte y no está más allá de la muerte? En este razonamiento: existen seres que están embriagados con la borrachera de estar vivos; debido a esta embriaguez de la vida tienen una mala conducta con el cuerpo, la palabra y la mente; pero cuando reflexionan a menudo sobre esta realidad, aquella embriaguez de la vida desaparece por completo o se vuelve débil.

Ahora bien, ¿basándose en qué razonamiento uno debe reflexionar que todo lo que resulta querido y atractivo, está sometido a cambio y desaparición? En este razonamiento: existen seres que sienten deseo y pasión por las cosas que encuentran queridas y atractivas; debido a esa pasión tienen una mala conducta con el cuerpo, la palabra y la mente; pero cuando reflexionan a menudo sobre esta realidad, ese deseo y pasión por las cosas que encuentran queridas y atractivas, desaparece por completo o se vuelve débil.

Ahora bien, ¿basándose en qué razonamiento uno debe reflexionar que es dueño de sus acciones, heredero de sus acciones, nacido de sus acciones, ligado a sus acciones y tiene a sus acciones como juez, y haga lo que haga, para bien o para mal, eso heredará? En este razonamiento: existen seres que tienen una mala conducta con el cuerpo, la palabra y la mente; debido a esa mala conducta se hacen herederos de sus malas acciones; pero cuando reflexionan a menudo sobre esta realidad, esa mala conducta con el cuerpo, la palabra y la mente desaparece por completo o se vuelve débil.

Ahora bien, un noble discípulo considera esto: “No soy el único que está sujeto al envejecimiento. Siempre que haya seres —del pasado y del futuro, seres que desaparecen y vuelven a aparecer—, todos estarán sujetos al envejecimiento y no estarán más allá del envejecimiento”. Cuando reflexiona a menudo sobre esto, surgen en él los factores del noble sendero. Adhiriéndose a ese noble sendero, lo desarrolla y cultiva. Cuando desarrolla y cultiva ese noble sendero, los obstáculos se abandonan y las obsesiones se ven destruidas.

Además, un noble discípulo considera esto: “No soy el único que está sujeto a la enfermedad... No soy el único que está sujeto a la muerte... No soy el único al que todo lo que le resulta querido y atractivo, cambiará y desaparecerá... No soy el único que es dueño de sus acciones, heredero de sus acciones, nacido de sus acciones, ligado a sus acciones y tiene a sus acciones como juez, y haga lo que haga, para bien o para mal, eso heredaré. Siempre que haya seres —del pasado y del futuro, que desaparecen y vuelven a aparecer—, todos serán dueños de sus acciones, herederos de sus acciones, nacidos de sus acciones, ligados a sus acciones y tendrán a sus acciones como juez, y hagan lo que hagan, para bien o para mal, eso heredarán. Cuando reflexiona a menudo sobre esto, surgen en él los factores del noble sendero. Adhiriéndose a ese noble sendero, lo desarrolla y cultiva. Cuando desarrolla y cultiva ese noble sendero, los obstáculos se abandonan y las obsesiones se ven destruidas.

Sujeto al nacimiento,
sujeto al envejecimiento,
sujeto a la muerte,
la gente normal y corriente
repudia a los que padecen
de aquello a lo que están sujetos.

¿Y si yo repudiase
a los seres sujetos a estas cosas?
No sería apropiado para mí
vivir como ellos viven.

Como yo mantuve esta actitud,
conociendo el Dhamma
sin protocolos,
superé toda embriaguez
por la salud, la juventud y la vida,
como aquel que ve
el renunciamiento como un descanso.

Por mí, la energía surgió,
la liberación fue claramente vista.
Ahora no hay una razón
para que participe de los placeres sensuales.
Habiendo seguido la vida santa,
ya no volveré.