Páginas

Los grandes sueños de Buddha

Mahasupina Sutta

AN 5,196 {16A5.4.5.6,196}


Monjes, antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta no plenamente iluminado, cinco grandes sueños aparecieron al Tathagata, al arahant, al perfectamente iluminado. ¿Y cuáles fueron esos cinco sueños?
Monjes, antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta no plenamente iluminado, el Tathagata, el arahant, el perfectamente iluminado soñó que esta poderosa tierra era su cama: el Himalaya, el rey de las montañas, era su almohada; su mano izquierda descansaba en el mar del este,  su mano derecha en el mar del oeste y sus dos pies en el mar sudeste. Este fue el primer gran sueño que apareció al Tathagata, al arahant, al plenamente iluminado antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta no plenamente iluminado.


Además, monjes, antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta no plenamente iluminado, el Tathagata, el arahant, el perfectamente iluminado soñó que una especie de hierba, llamada tiriya, se levantaba desde su ombligo y tocaba el cielo. Este fue el segundo gran sueño que apareció al Tathagata, al arahant, al plenamente iluminado antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta no plenamente iluminado.
Además, monjes, antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta no plenamente iluminado, el Tathagata, el arahant, el perfectamente iluminado soñó que unas blancas lombrices, con cabezas negras, se arrastraban desde sus pies hacia sus rodillas, cubriéndolas. Este fue el tercer gran sueño que apareció al Tathagata, al arahant, al plenamente iluminado antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta no plenamente iluminado.
Además, monjes, antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta no plenamente iluminado, el Tathagata, el arahant, el perfectamente iluminado soñó que aves de cuatro diferentes colores llegaban de los cuatro puntos cardinales y, al posarse a sus pies, todas se volvían blancas. Este fue el cuarto gran sueño que apareció al Tathagata, al arahant, al plenamente iluminado antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta no plenamente iluminado.
Además, monjes, antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente iluminado, el Tathagata, el arahant, el perfectamente iluminado soñó que subía a una enorme montaña de estiércol, sin ser manchado por ella. Este fue el quinto gran sueño que apareció al Tathagata, al arahant, al plenamente iluminado antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta no plenamente iluminado.


Ahora bien, monjes, cuando el Tathagata, el arahant, el perfectamente iluminado —antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta no plenamente iluminado— soñó que esta poderosa tierra era su cama: el Himalaya, el rey de las montañas, era su almohada; su mano izquierda descansaba en el mar del este, su mano derecha en el mar del oeste y sus dos pies en el mar sudeste; esto fue un presagio de que él despertaría a esta insuperable y perfecta iluminación. Este primer gran sueño apareció como signo de que su iluminación sería inminente.
Monjes, cuando el Tathagata, el arahant, el perfectamente iluminado —antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta no plenamente iluminado— soñó que una especie de hierba, llamada tiriya, se levantaba desde su ombligo y tocaba el cielo; esto fue un presagio de que él despertaría al Noble Óctuple Sendero y lo proclamaría entre los devas y  seres humanos. Este segundo gran sueño apareció como signo de que su iluminación sería inminente.
Monjes, cuando el Tathagata, el arahant, el perfectamente iluminado —antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta no plenamente iluminado— soñó que unas blancas lombrices con cabezas negras se arrastraban desde sus pies hacia sus rodillas, cubriéndolas; esto fue un presagio de que muchos hombre hogareños, vestidos de blanco, irían de por vida por refugio al Tathagata. Este tercer gran sueño apareció como signo de que su iluminación sería inminente.
Monjes, cuando el Tathagata, el arahant, el perfectamente iluminado —antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente iluminado— soñó que aves de cuatro diferentes colores llegaban de los cuatro puntos cardinales y, al posarse a sus pies, todas se volvían blancas; esto fue un presagio de que lo miembros de las cuatro castas —los khattiyas, los brahmanes, los vessas y los suddas— saldrían de la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar en el Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata, realizando la insuperable liberación. Este cuarto gran sueño apareció como signo de que su iluminación sería inminente.
Monjes, cuando el Tathagata, el arahant, el perfectamente iluminado —antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta no plenamente iluminado— soñó que subía a una enorme montaña de estiércol, sin ser manchado por ella; esto fue un presagio de que usaría la vestimenta, la comida de las limosnas, el alojamiento, las medicinas y otras provisiones para la enfermedad, y las utilizaría sin ataduras hacia ello, sin obsesión por ello ni ciegamente absorto por ello, sino, más bien, vería el peligro en ello, conociendo el escape. Este quinto gran sueño apareció como signo de que su iluminación sería inminente.
Monjes, estos fueron los cinco grandes sueño que aparecieron al Tathagata, al arahant, al perfectamente iluminado antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta no plenamente iluminado.