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Satisampajañña: atención plena y autoconsciencia


Maranasati Sutta 

AN 6,19 {16A6.1.2.9,19}


Así lo escuché.

En una ocasión el Despierto estaba en Nadika, en el Salón de Ladrillos. Allí se dirigió a los monjes diciendo:

Monjes, la atención consciente en la muerte, cuando se desarrolla y perfecciona, es muy fructífera y beneficiosa. Es el principio de la Inmortalidad y la Inmortalidad es su fin último. Por tanto, la práctica de la atención consciente puesta en la muerte, debe ser desarrollada.

Cuando esto fue dicho, cierto monje se dirigió al Bienaventurado:

Venerable señor, yo practico la atención consciente puesta en la muerte.

Y, ¿de qué manera —preguntó el Despierto— practicas la atención consciente puesta en la muerte?

Pensando así: ‘Si yo viviese un día y una noche, atendiendo las palabras del Bienaventurado, podría conseguir la realización de la gran meta’. Así es como practico la atención consciente puesta en la muerte.

Entonces, otro de los monjes presentes se dirigió al Bienaventurado de esta manera:

Venerable señor, yo también practico la atención consciente puesta en la muerte.

Y, ¿de qué manera —preguntó el Despierto— practicas la atención consciente puesta en la muerte?

Pensando así: ‘Si yo viviese un día, atendiendo las palabras del Bienaventurado, podría conseguir la realización de la gran meta’. Así es como practico la atención consciente puesta en la muerte.

Luego, otro monje se dirigió al Bienaventurado diciendo:

Venerable señor, yo también practico la atención consciente puesta en la muerte… Pensando así: ‘Si yo viviese por el intervalo que dura consumir una comida, atendiendo las palabras del Bienaventurado, podría conseguir la realización de la gran meta’. Así es como practico la atención consciente puesta en la muerte.

Entonces, otros monjes se dirigieron al Bienaventurado:

Venerable señor, yo también practico la atención consciente puesta en la muerte… Pensando así: ‘Si yo viviese por el intervalo que dura tragar y masticar cuatro bocados de comida… si yo viviese por el intervalo que dura tragar y masticar un sólo bocado de comida… si yo viviese por el intervalo que dura una inhalación o una exhalación de aire, atendiendo las palabras del Bienaventurado, podría conseguir la realización de la gran meta’. Así es como practico la atención consciente puesta en la muerte.

Cuando esto fue dicho, el Bienaventurado se dirigió a los monjes:

Monjes, cualquiera que practica la atención consciente puesta en la muerte pensando: ‘Si yo viviese un día y una noche... sólo un día... lo que dura consumir una comida... el intervalo que dura tragar y masticar cuatro bocados de comida atendiendo las palabras del Bienaventurado, podría conseguir la realización de la gran meta’, ése practica con descuido y el desarrollo de la atención consciente puesta en la muerte le servirá muy poco para poner fin a sus impurezas.

Sin embargo, aquel que practica la atención consciente puesta en la muerte pensando: ‘Si yo viviese por el intervalo que dura tragar y masticar un sólo bocado de comida... el intervalo que dura una inhalación o exhalación de aire atendiendo las palabras del Bienaventurado, podría conseguir la realización de la gran meta’, ése practica diligentemente y el desarrollo de la atención consciente puesta en la muerte sí le servirá para poner fin a sus impurezas.

Por tanto, monjes, deben practicar morando en la atención, desarrollando la atención consciente en la muerte plenamente, poniendo fin a las impurezas. De esta forma deben practicar.

Esto es lo que el Bienaventurado dijo y los monjes, agradecidos, se deleitaron en las palabras del Despierto.



Satisampajañña Sutta 

AN 8,81 {17A8.2.4.1,81}


Monjes, el sentido de la vergüenza y temor moral se echan a perder en alguien que carece de atención consciente y clara comprensión. El control de los sentidos se echa a perder en alguien que carece de vergüenza y temor moral. La práctica de la moral se echa a perder en alguien que carece del control de sus sentidos. La correcta concentración se echa a perder en alguien que carece de la práctica de la moral. La visión correcta se echa a perder en alguien que carece de una correcta concentración. La desilusión y desapasionamiento por el mundo se echan a perder en alguien que carece de una visión correcta. El conocimiento liberador se echa a perder en alguien que carece de desilusión y desapasionamiento por el mundo.

Monjes, imaginen un árbol carente de ramas y hojas, cuyos capullos, corteza, savia y madera no llegan a madurar. De la misma manera, cuando la atención consciente y clara comprensión no están presentes, el sentido de la vergüenza y temor moral… el control de los sentidos… la práctica de la moral… la correcta concentración… la visión correcta… la desilusión y desapasionamiento por el mundo… y el conocimiento liberador se echan a perder.

Pero cuando (i) la atención consciente y clara comprensión están presentes, entonces surge el sentido de la vergüenza y temor moral. Cuando (ii) el sentido de la vergüenza y temor moral están presentes, entonces surge el control de los sentidos. Cuando (iii) el control de los sentidos está presente, entonces surge la práctica de la moral. Cuando (iv) la práctica de la moral está presente, entonces surge la correcta concentración. Cuando (v) la correcta concentración está presente, entonces surge la visión correcta. Cuando (vi) la visión correcta está presente, entonces surge la desilusión y desapasionamiento por el mundo. Cuando (vii) la desilusión y desapasionamiento por el mundo están presentes, entonces surge (viii) el conocimiento liberador.

Monjes, imaginen el mismo árbol anterior, pero ahora abundante de ramas y hojas, cuyos capullos, corteza, savia y madera llegan a madurar. De la misma manera, cuando la atención consciente y clara comprensión están presentes, el sentido de la vergüenza y temor moral… el control de los sentidos… la práctica de la moral… la correcta concentración… la visión correcta… la desilusión y desapasionamiento por el mundo… y el conocimiento liberador surgen y tienen una causa inmediata.



Appamada Sutta 

AN 10,15 {17A10.1.2.5,15}


Monjes, al igual que en comparación con todo tipo de seres —que se arrastran o caminan, con forma o sin forma, con percepción o sin percepción— el Tathagata, el Arahant, el Plenamente Iluminado es reconocido como el primero entre ellos; así también todo estado mental saludable tiene sus raíces en la vigilancia, está unido a la vigilancia y la vigilancia es reconocida como la primera entre los estados mentales.

Monjes, al igual que la huella de cualquier clase de animal puede ser abarcada por la huella del elefante y, la huella del elefante, es reconocida como la primera entre ellas; así también todo estado mental saludable tiene sus raíces en la vigilancia, está unido a la vigilancia y la vigilancia es reconocida como la primera entre los estados mentales.

Monjes, al igual que toda la techumbre de una casa se dirige hacia la viga principal del techo, se inclina y converge hacia ella, y la viga es reconocida como la estructura principal del techo; así también todo estado mental saludable tiene sus raíces en la vigilancia, está unido a la vigilancia y la vigilancia es reconocida como la primera entre los estados mentales.

Monjes, al igual que entre todas las raíces fragantes, la fragancia de la raíz de aloe negro es reconocida como la primera; así también todo estado mental saludable tiene sus raíces en la vigilancia, está unido a la vigilancia y la vigilancia es reconocida como la primera entre los estados mentales.

Monjes, al igual que entre todas las fragancias del bosque, la fragancia de sándalo es reconocida como la primera; así también todo estado mental saludable tiene sus raíces en la vigilancia, está unido a la vigilancia y la vigilancia es reconocida como la primera entre los estados mentales.

Monjes, al igual que entre todas las fragancias florales, la fragancia del jazmín es reconocida como la primera; así también todo estado mental saludable tiene sus raíces en la vigilancia, está unido a la vigilancia y la vigilancia es reconocida como la primera entre los estados mentales.

Monjes, al igual que todos los príncipes están sujetos al Monarca Universal y el Monarca Universal es reconocido como el principal entre ellos; así también todo estado mental saludable tiene sus raíces en la vigilancia, está unido a la vigilancia y la vigilancia es reconocida como la primera entre los estados mentales.

Monjes, al igual que la luz de las constelaciones no se iguala ni a la decimosexta parte de la luna llena, y la luna llena es reconocida como la primera entre ellas; así también todo estado mental saludable tiene sus raíces en la vigilancia, está unido a la vigilancia y la vigilancia es reconocida como la primera entre los estados mentales.

Monjes, al igual que durante el último mes del otoño —cuando el cielo está claro y sin nubes— el sol se impone sobre el espacio sumergido en las tinieblas, deslumbrante, brillante y resplandeciente; así también todo estado mental saludable tiene sus raíces en la vigilancia, está unido a la vigilancia y la vigilancia es reconocida como la primera entre los estados mentales.

Monjes, al igual que todos los grandes ríos —Ganges, Yamuna, Aciravati, Sarabhu y Mahi— tienden hacia el gran océano, se dirigen hacia el gran océano y fluyen hacia el gran océano; así también todo estado mental saludable tiene sus raíces en la vigilancia, está unido a la vigilancia y la vigilancia es reconocida como la primera entre los estados mentales.




Appamadavagga 

Dh 2,21-23 {18Dh.2.1,21-23}


La vigilante atención es el sendero a la inmortalidad,
la distracción el camino hacia la muerte.
Aquellos que vigilan con atención no mueren,
pero los distraídos, son como si ya estuviesen muertos.

Esto el sabio lo reconoce con claridad,
por eso se establece en la atención
y se deleita en la esfera de los nobles
regocijándose en la atención consciente.

Aquellos que meditan persistentemente,
que constante y firmemente se esfuerzan,
con tenacidad alcanzarán el Nibbana:
la insuperable liberación del cautiverio.



Satisampajañña 

DN 2,214 {6D.2.4.3.2.2,214}


¿Y de qué manera el monje practica la atención consciente y clara comprensión? Cuando camina hacia adelante o cuando camina hacia atrás, lo hace claramente consciente. Cuando mira hacia adelante o mira hacia atrás, lo hace claramente consciente. Cuando flexiona sus miembros o cuando los extiende, lo hace claramente consciente. Cuando viste la ropa interior o cuando viste el hábito externo, lo hace claramente consciente. Cuando carga su tazón, lo hace claramente consciente. Cuando come, bebe, mastica o saborea, lo hace claramente consciente. Cuando orina o defeca, lo hace claramente consciente. Cuando camina, está parado o sentado, cuando se recuesta para dormir o se despierta, cuando conversa o permanece en silencio, todo eso lo hace claramente consciente. Es así, cómo el monje practica la atención consciente y clara comprensión.



Ajjhattikanga Sutta 

SN 46,49 {14S5.2.5.8,230}


Monjes, en cuanto a los factores internos, no hay otro factor interno que sea tan beneficioso para el surgimiento de los siete factores del Despertar que la cuidadosa atención. Cuando el monje lleva a cabo la cuidadosa atención, es de esperar, monjes, que desarrolle y cultive los siete factores del Despertar.

Y, ¿cómo el monje, que lleva a cabo la cuidadosa atención, desarrolla y cultiva los siete factores del Despertar? He aquí, monjes, él desarrolla y cultiva (i) el factor de la iluminación de la atención consciente, sobre la base de la reclusión, el desapasionamiento, el cese y la madurez de la liberación. Además, monjes, él desarrolla y cultiva (ii) el factor de la iluminación de la discriminación de los estados... (iii) el factor de la iluminación de la energía... (iv) el factor de la iluminación del éxtasis... (v) el factor de la iluminación de la tranquilidad... (vi) el factor de la iluminación de la concentración... (vii) el factor de la iluminación de la ecuanimidad, sobre la base de la reclusión, el desapasionamiento, el cese y la madurez de la liberación.

De esta manera, el monje que lleva a cabo la cuidadosa atención, desarrolla y cultiva los siete factores del Despertar.



Sati Sutta 

SN 47,2 {14S5.3.1.2,368}


Esto he escuchado.

En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Ambapali, en Vesali. Estando ahí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes así:

Monjes, el monje debe permanecer conscientemente atento y en clara comprensión. Estas son mis instrucciones para ustedes.

Y, ¿cómo el monje permanece conscientemente atento? He aquí, monjes, (i) él permanece contemplando el cuerpo en el cuerpo: con fervor, comprendiendo con claridad, atentamente consciente, abandonando toda codicia y desagrado por el mundo. (ii) Permanece contemplando las sensaciones en las sensaciones… (iii) Permanece contemplando la mente en la mente… (iv) Permanece contemplando los fenómenos en los fenómenos: con fervor, comprendiendo con claridad, atentamente consciente, abandonando toda codicia y desagrado por el mundo. De esta manera, monjes, el monje permanece conscientemente atento.

Y, ¿cómo, el monje ejercita la clara comprensión? He aquí, monjes, que él actúa con clara comprensión cuando camina hacia adelante o cuando retorna, al mirar hacia adelante o atrás, cuando recoge o extiende sus miembros, cuando viste su hábito o porta el cuenco, cuando come, mastica, bebe y saborea; cuando defeca, orina, camina, permanece de pie, sentado o se acuesta a dormir; cuando se despierta, cuando habla o guarda silencio. De esta manera, monjes, el monje ejercita la clara comprensión.

De esta manera el monje debería permanecer conscientemente atento y en clara comprensión. Estas son mis instrucciones para ustedes.



Sati Sutta 

SN 47,35 {14S5.3.4.5,401}


Estando en Savatthi.

Monjes, el monje debe morar en la atención consciente y clara comprensión. Éstas son mis instrucciones para ustedes.

Y, ¿cómo el monje mora en la atención consciente y clara comprensión? He aquí, (i) él mora contemplando el cuerpo en el cuerpo: con ardor, clara comprensión y atenta consciencia, abandonando todo deseo y aversión por el mundo. (ii) Mora contemplando las sensaciones en las sensaciones… (iii) la mente en la mente… (iv) los fenómenos mentales en los fenómenos mentales: con ardor, clara comprensión y atenta consciencia, abandonando todo deseo y aversión por el mundo. Es así, monjes, cómo el monje mora en la atención consciente.

Y, ¿cómo el monje ejercita la clara comprensión? He aquí, él sabe cuándo aparecen las sensaciones, sabe cuándo ellas están presentes y sabe cuándo terminan. Sabe cuándo aparecen los pensamientos, sabe cuándo están presentes y sabe cuándo terminan. Sabe cuándo aparecen las percepciones, sabe cuándo están presentes y sabe cuándo terminan. Es así, monjes, cómo el monje ejercita la clara comprensión.

De esta manera el monje debe morar atentamente consciente y con clara comprensión. Éstas son mis instrucciones para ustedes.



Vibhanga Sutta 

SN 47,40 {14S5.3.4.10,406}


Monjes, voy a enseñarles cómo establecer la atención consciente, el desarrollo de los fundamentos de la atención consciente y el camino que lleva al desarrollo de los fundamentos de la atención consciente. Escuchen que voy a hablar:

Y, ¿cómo es, monjes, el fundamento de la atención consciente? He aquí, el monje mora (i) contemplando el cuerpo en el cuerpo: fervoroso, comprendiendo con claridad y atenta consciencia, dejando atrás todo deseo y aversión respecto al mundo. Él mora (ii) contemplando las sensaciones en las sensaciones… (iii) la mente en la mente… (iv) los fenómenos mentales en los fenómenos mentales: fervoroso, comprendiendo con claridad y atenta consciencia, dejando atrás todo deseo y aversión respecto al mundo. Así es, monjes, cómo se practica la atención consciente y éstos son los fundamentos de la atención consciente.

Y, ¿cómo es, monjes, el desarrollo de los fundamentos de la atención consciente? He aquí, (i) el monje mora contemplando la naturaleza del origen del cuerpo, mora contemplando la naturaleza del desvanecimiento del cuerpo, mora contemplando la naturaleza del origen y desvanecimiento del cuerpo: fervoroso, comprendiendo con claridad y atenta consciencia, dejando atrás todo deseo y aversión respecto al mundo. (ii) Él mora contemplando la naturaleza del origen de las sensaciones, mora contemplando la naturaleza del desvanecimiento de las sensaciones, mora contemplando la naturaleza del origen y desvanecimiento de las sensaciones… (iii) Él mora contemplando la naturaleza del origen de la mente, mora contemplando el desvanecimiento de la mente, mora contemplando el origen y desvanecimiento de la mente… (iv) Él mora contemplando la naturaleza del origen de los fenómenos mentales; mora contemplando la naturaleza del desvanecimiento de los fenómenos mentales; mora contemplando la naturaleza del origen y el desvanecimiento de los fenómenos mentales: fervoroso, comprendiendo con claridad y atenta consciencia, dejando atrás todo deseo y aversión respecto al mundo. Así se desarrollan los fundamentos de la atención consciente.

Y, ¿cuál es, monjes, el camino que lleva al desarrollo de los fundamentos de la atención consciente? Es el Noble Óctuple Sendero: (i) la correcta visión o entendimiento, (ii) la correcta intención o pensamiento, (iii) la correcta forma de hablar, (iv) la correcta acción, (v) la correcta forma de vida, (vi) el correcto esfuerzo, (vii) la correcta atención consciente y (viii) la correcta concentración. Éste es el camino que lleva al desarrollo de los fundamentos de la atención consciente.