Mahamoggallana Sutta
Ud 3,5 {18Ud3.5,25}
Esto he oído.
En una ocasión
el Bienaventurado estaba morando cerca de Savatthi, en el parque de
Anathapindika de la arboleda de Jeta. En esa ocasión el venerable
Mahamoggallana estaba sentado —con las piernas cruzadas y su cuerpo recto— no
muy lejos del Bienaventurado. Su atención consciente, bien establecida, estaba
inmersa en el cuerpo.
El
Bienaventurado vio, no muy lejos de él, al venerable Mahamoggallana sentado
—con las piernas cruzadas y el cuerpo recto—, con su atención consciente bien
establecida e inmersa en el cuerpo. Entonces el Bienaventurado exclamó:
Con la
atención consciente
inmersa en el
cuerpo,
bien
establecida,
siempre
concentrado y
controlando la
séxtuple base de los sentidos,
el monje es
capaz de alcanzar el Nibbana por sí mismo.
Kayagatasati Sutta
SN 43,1 {13S4.9.1.1,366}
Monjes, voy a
enseñarles acerca de lo incondicionado y el camino que conduce a lo
incondicionado. Presten atención que voy a hablar.
¿Y qué es,
monjes, lo incondicionado? La destrucción de la avidez, la destrucción del odio
y la destrucción de la falsa ilusión. Esto es, monjes, lo incondicionado.
¿Y cuál es,
monjes, el camino que conduce a lo incondicionado? La atención consciente dirigida
al cuerpo. Este es, monjes, el camino que conduce a lo incondicionado.
De esta forma,
monjes, les he enseñando acerca del destino final y el camino que conduce al
destino final. Estas son mis instrucciones. Cualquier cosa que debería hacer un
maestro compasivo —por causa de su compasión hacia los discípulos—, yo lo he
hecho por ustedes. Ahí tienen lugar al pie de los árboles, allá chozas vacías.
Mediten, no sean negligentes, que no tengan que arrepentirse más tarde. En esto
consiste mi instrucción para ustedes.
Kayagatasativagga
AN 1,575-615 {15A1.19.1,563 - 15A1.19.37,599}
Monjes si se
observa el gran océano se verá que todos los riachuelos confluyen en él.
Igualmente, la contemplación del cuerpo —desarrollada y realizada regularmente—
origina pensamientos de mérito dirigidos hacia el conocimiento.
Monjes, hay
una cosa única que si es desarrollada y realizada regularmente se alcanza la
gran meta religiosa. ¿Y cuál es esta cosa única? La contemplación del
cuerpo. Monjes, esta cosa única —desarrollada y realizada regularmente— conduce
a la realización de los frutos de la liberación por medio del conocimiento.
Monjes, si
esta cosa única es desarrollada y realizada regularmente se alcanzan grandes
beneficios… se alcanza el final de la infelicidad… se alcanza el conocimiento
atento… se alcanza la ganancia del conocimiento y la visión... se alcanza una
residencia feliz aquí y ahora. ¿Y cuál es esta cosa única? La contemplación del
cuerpo. Monjes, esta cosa única —desarrollada y realizada regularmente— conduce
a la realización de los frutos de la liberación por medio del conocimiento.
Monjes, cuando
la contemplación del cuerpo es desarrollada y realizada regularmente, el
cuerpo, la mente, los pensamientos y los procesos mentales son pacificados,
así, con su desarrollo y extinción, todos los fenómenos que se han de conocer,
son obtenidos.
Monjes, cuando
la contemplación del cuerpo es desarrollada y realizada regularmente, los
pensamientos insalubres, no surgidos, no se originan y los pensamientos
insalubres, surgidos, se extinguen.
Monjes, cuando
la contemplación del cuerpo es desarrollada y realizada regularmente, los
pensamientos meritorios, no surgidos, se originan y los pensamientos
meritorios, surgidos, se desarrollan y maduran.
Monjes, cuando
la contemplación del cuerpo es desarrollada y realizada regularmente, la
ignorancia se extingue, la sabiduría se origina, la concepción del «yo» se
extingue, las tendencias latentes son destruidas y las ataduras se desatan.
Monjes, cuando
la contemplación del cuerpo es desarrollada y realizada regularmente, conduce
al conocimiento profundo… a la extinción sin propiedades… las diversas esferas
mentales son comprendidas en su profundidad.
Monjes, cuando
la contemplación del cuerpo es desarrollada y realizada regularmente, conduce a
la realización de los frutos de la entrada en la corriente… de aquel que vuelve
una vez… del que no retorna.
Monjes, cuando
la contemplación del cuerpo es desarrollada y realizada regularmente, conduce a
la realización de los frutos del mérito… a la ganancia de sabiduría… al
crecimiento de la sabiduría… a la acumulación de la sabiduría… a una sabiduría
tan grande como la tierra… a la sabiduría que se propaga… a la sabiduría
rápida… a la sabiduría profunda, jubilosa, ilimitada, espontánea y aguda.
Monjes, cuando
la contemplación del cuerpo es desarrollada y realizada regularmente, conduce a
la sabiduría penetrante.