Micchata Sutta
AN 10,103 {17A10.3.1.3,103}
Monjes,
por causa de la conducta errónea, he aquí que
hay
fracaso y
no éxito. Y, ¿cómo es, monjes, que por causa de la conducta
errónea hay fracaso y
no éxito?
En
alguien con
erróneo punto de vista, se origina la errónea intención. En
alguien de errónea intención, se origina la errónea forma de
hablar. En alguien de errónea forma de hablar, se origina la errónea
acción. En alguien de errónea acción, se origina la errónea forma
de vida. En alguien de errónea forma de vida, se origina el erróneo
esfuerzo. En alguien de erróneo esfuerzo, se origina la errónea
atención consciente. En alguien de errónea atención consciente, se
origina la errónea concentración. En alguien de errónea
concentración, se origina el erróneo conocimiento. Y
en
alguien de erróneo conocimiento, se origina la errónea liberación.
De
esta manera, monjes, por causa de la conducta errónea, he aquí que
hay
fracaso
y no
éxito.
Por
el contrario, monjes,
por causa de la correcta
conducta, he aquí que
hay
éxito y
no fracaso. Y, ¿cómo es, monjes, que por causa de la correcta
conducta hay éxito y
no fracaso?
En
alguien con
correcto
punto de vista, se origina la correcta
intención. En alguien de correcta
intención, se origina la correcta
forma de hablar. En alguien de correcta
forma de hablar, se origina la correcta
acción. En alguien de correcta
acción, se origina la correcta
forma de vida. En alguien de correcta
forma de vida, se origina el correcto
esfuerzo. En alguien de correcto
esfuerzo, se origina la correcta
atención consciente. En alguien de correcta
atención consciente, se origina la correcta
concentración. En alguien de correcta
concentración, se origina el correcto
conocimiento. Y
en
alguien de correcto
conocimiento, se origina la correcta
liberación.
De
esta manera, monjes, por causa de la correcta
conducta, he aquí que
hay
éxito y
no fracaso.