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Anapanasati: contemplando la respiración



Ananda Sutta

SN 54,13 {14S5.10.2.3,989}


En cierta ocasión, estando en Savatthi, el venerable Ananda se acercó al Bienaventurado y, saludándolo respetuosamente, se sentó a un lado preguntando:

Venerable señor, ¿existe alguna cualidad que, al ser cultivada y desarrollada, culmina en la realización de otras cuatro cualidades que, al ser cultivadas y desarrolladas, también culminan en la realización de otras siete cualidades que, a su vez, al ser cultivadas y desarrolladas culminan, finalmente, en la realización de dos cualidades?

Sí, Ananda, existe tal cualidad única que, al ser cultivada y desarrollada, culmina en la realización de cuatro cualidades que, al ser cultivadas y desarrolladas, también culminan en la realización de siete cualidades que, a su vez, al ser cultivadas y desarrolladas culminan, finalmente, en la realización de dos cualidades.

Y, venerable señor, ¿cuál es esa cualidad única que, al ser cultivada y desarrollada, culmina en la realización de cuatro cualidades que…culminan, finalmente, en la realización de dos cualidades?

Es la (i) atención consciente en la inhalación y exhalación que, cuando es cultivada y desarrollada, culmina con la realización de los (ii) cuatro fundamentos de la atención consciente, los cuales, al ser cultivados y desarrollados, culminan con la realización de los (iii) siete factores del despertar que, a su vez, cultivados y desarrollados culminan, finalmente, con la realización del (iv) claro conocimiento y liberación.

 Y, ¿cómo se cultiva la atención consciente en la inhalación y exhalación, para que culmine en la realización de los cuatro fundamentos de la atención consciente?

Ananda, el monje va al bosque, al pie de un árbol o una casa vacía, ahí se sienta con las piernas cruzadas, manteniendo el cuerpo recto y estableciendo la atención frente a él. Así, permanece atento a la inhalación y exhalación.

(i) Inhalando largo, sabe: estoy inhalando largo; exhalando largo, sabe: estoy exhalando largo. Cuando (ii) inhala corto, sabe: estoy inhalando corto; cuando exhala corto, sabe: estoy exhalando corto. Se entrena de esta manera: (iii) voy a inhalar experimentado el cuerpo entero, voy a exhalar experimentado el cuerpo entero… (iv) voy a inhalar calmando los procesos corporales, voy a exhalar calmando los procesos corporales… (v) voy a inhalar experimentando éxtasis, voy a exhalar experimentando éxtasis… (vi) voy a inhalar experimentando placer, voy a exhalar experimentando placer… (vii) voy a inhalar experimentando los procesos mentales, voy a exhalar experimentando los procesos mentales… (viii) voy a inhalar calmando los procesos mentales, voy a exhalar calmando los procesos mentales… (ix) voy a inhalar experimentando la mente, voy a exhalar experimentando la mente… (x) voy a inhalar con satisfacción en la mente, voy a exhalar con satisfacción en la mente… (xi) voy a inhalar haciendo la mente serenamente inconmovible, voy a exhalar haciendo la mente serenamente inconmovible… (xii) voy a inhalar liberando la mente, voy a exhalar liberando la mente… (xiii) voy a inhalar contemplando la impermanencia, voy a exhalar contemplando la impermanencia… (xiv) voy a inhalar contemplando con desapasionada ecuanimidad, voy a exhalar contemplando con desapasionada ecuanimidad… (xv) voy a inhalar contemplando el cese, voy a exhalar contemplando el cese… (xvi) voy a inhalar contemplando la renuncia y el abandono, voy a exhalar contemplando la renuncia y abandono.

Ananda, cada vez que el monje inhala largo, sabiendo que está inhalando largo, o exhala largo, sabiendo que está exhalando largo; o inhala corto, sabiendo que inhala corto, o exhala corto, sabiendo que exhala corto. Cada vez que se entrena de esta manera: voy a inhalar y exhalar experimentado el cuerpo entero… voy a inhalar y exhalar calmando los procesos corporales, entonces, el monje permanece contemplando el cuerpo en sí mismo, con fervor, clara comprensión y atención consciente, dejando atrás la codicia y aversión por el mundo.

Ananda, cada vez que el monje se entrena de esta manera: voy a inhalar y exhalar experimentando éxtasis… voy a inhalar y exhalar experimentando placer… voy a inhalar y exhalar experimentando los procesos mentales… voy a inhalar y exhalar calmando los procesos mentales, entonces, el monje permanece contemplando las sensaciones en sí mismas, con fervor, clara comprensión y atención consciente, dejando atrás la codicia y aversión por el mundo.

Ananda, cada vez que el monje se entrena de esta manera: voy a inhalar y exhalar experimentando la mente… voy a inhalar y exhalar con satisfacción en la mente… voy a inhalar y exhalar haciendo serenamente inconmovible la mente… voy a inhalar y exhalar liberando la mente, entonces, el monje permanece contemplando la mente en sí misma, con fervor, clara comprensión y atención consciente, dejando atrás la codicia y aversión por el mundo.

Ananda, cada vez que el monje se entrena de esta manera: voy a inhalar y exhalar contemplando la impermanencia… voy a inhalar y exhalar contemplando con desapasionada ecuanimidad… voy a inhalar y exhalar contemplando el cese… voy a inhalar y exhalar contemplando la renuncia y el abandono, entonces, el monje permanece contemplando los fenómenos mentales en sí mismos, con fervor, clara comprensión y atención consciente, dejando atrás la codicia y aversión por el mundo.

De esta manera se cultiva la atención consciente en la inhalación y exhalación, para que culmine en la realización de los cuatro fundamentos de la atención consciente.

 Y, ¿cómo se cultivan los cuatro fundamentos de la atención consciente, para que culminen en la realización de los siete factores del despertar?

Ananda, cada vez que el monje permanece contemplando el cuerpo en sí mismo, con fervor, clara comprensión y atención consciente, dejando atrás la codicia y aversión por el mundo, su atención consciente se vuelve continua y firme. Cuando la atención consciente es continua y firme, aparece la atención consciente como factor del despertar. Entonces, el monje la desarrolla hasta hacerla culminar en su realización.

Ananda, mientras el monje permanece atentamente consciente, examinando e investigando el Dhamma, llega a comprender sus cualidades con discernimiento. Cuando permanece así, atentamente consciente, examinando e investigando el Dhamma, llegando a comprender sus cualidades con discernimiento, aparece la investigación de las cualidades como factor del despertar. Entonces, el monje la desarrolla hasta hacerla culminar en su realización.

Ananda, mientras el monje permanece examinando e investigando el Dhamma, comprendiendo sus cualidades con discernimiento, llega a experimentar una inagotable energía. Cuando permanece así, examinando e investigando el Dhamma, llegando a comprender sus cualidades con discernimiento e inagotable energía, aparece la energía como factor del despertar. Entonces, el monje la desarrolla hasta hacerla culminar en su realización.

Ananda, cuando en el monje aparece esta energía, brota también el éxtasis espiritual. Cuando permanece así, lleno de inagotable energía, aparece el éxtasis como factor del despertar. Entonces, el monje lo desarrolla hasta hacerlo culminar en su realización.

Ananda, el cuerpo y la mente de alguien extasiado de esta manera, se calman. Cuando el cuerpo y la mente están calmados en éxtasis, aparece la tranquilidad como factor del despertar. Entonces, el monje la desarrolla hasta hacerla culminar en su realización.

Ananda, la mente de alguien que está feliz y cuyo cuerpo está calmado, se concentra. Cuando la mente de alguien feliz y calmado, está concentrada, aparece la concentración como factor del despertar. Entonces, el monje la desarrolla hasta hacerla culminar en su realización.

Ananda, estando la mente concentrada, el monje la supervisa con ecuanimidad. Cuando la mente es supervisada con ecuanimidad, aparece la ecuanimidad como factor del despertar. Entonces, el monje la desarrolla hasta hacerla culminar en su realización.

Ananda, cada vez que el monje permanece contemplando las sensaciones en sí mismas... cada vez que permanece contemplando la mente en sí misma... cada vez que permanece contemplando los fenómenos mentales en sí mismos, con fervor, clara comprensión y atención consciente, dejando atrás la codicia y aversión por el mundo, su atención consciente se vuelve continua y firme. Cuando la atención consciente es continua y firme, aparece la atención consciente como factor del despertar… Cuando la mente es supervisada con ecuanimidad, aparece la ecuanimidad como factor del despertar. Entonces, el monje la desarrolla hasta hacerla culminar en su realización.

De esta manera se cultivan los cuatro fundamentos de la atención consciente para que culminen en la realización de los siete factores del despertar.

Y, ¿cómo se cultivan los siete factores del despertar, para que culminen en la realización del claro conocimiento y liberación?

Ananda, el monje cultiva la atención consciente como factor de despertar, apoyado en la reclusión, desapasionamiento, cese y madurez en la liberación. Cultiva la investigación de las cualidades del Dhamma… la energía… el éxtasis… la tranquilidad… la concentración… la ecuanimidad como factor del despertar, apoyado en la reclusión, desapasionamiento, cese y madurez en la liberación.

De esta manera se cultivan los siete factores del despertar para que culminen en la realización del claro conocimiento y liberación.

Esto es lo que el Bienaventurado dijo, entonces el venerable Ananda fue complacido y se deleitó en las palabras del Bienaventurado.
                                                                                                                                                   


Anapanasati Sutta

MN 118 {11M.2.8,144-152}


Esto he escuchado.

En cierta ocasión el Bienaventurado estaba en Savatthi, en el parque oriental del palacio de la madre de Migara, junto a varios de sus discípulos más ancianos y venerables: Sariputta,  Mahamoggallana, Mahakassapa, Mahakaccana, Mahakotthita, Mahakappina, Mahacunda, Anuruddha, Revata, Ananda y otros discípulos mayores.

En esa oportunidad los monjes ancianos enseñaban e instruían a los monjes nuevos. Algunos enseñaban a diez monjes, otros a veinte, otros a treinta o cuarenta monjes. Y los nuevos monjes, habiendo sido enseñados e instruidos por los monjes ancianos, alcanzaban estados de alta diferenciación y discernimiento.

En esa ocasión —Uposatha de luna llena de Pavarana— el Bienaventurado permanecía sentado al aire libre, rodeado del sangha. Observando el silencio de los monjes, les habló así:

Monjes, estoy contento con este avance. Mi mente está contenta con este progreso. Ahora, suscitad más energía para alcanzar lo que no habéis alcanzado, para lograr lo que no habéis logrado y para descubrir lo que no habéis descubierto todavía. Mientras, yo esperaré aquí en Savatthi, hasta el día de luna llena del cuarto mes de Komudi.

Cuando los monjes diseminados por los campos se enteraron de que el Bienaventurado esperaría en Savatthi, hasta la luna llena del cuarto mes de Komudi, emprendieron viaje hacia Savatthi para ver al Bienaventurado.
Entonces, los monjes ancianos enseñaron e instruyeron a los nuevos monjes con mayor ahínco. Algunos enseñaban e instruían a diez monjes, otros a veinte, otros a treinta o cuarenta monjes. Y los nuevos monjes, habiendo sido enseñados e instruidos por los monjes ancianos, alcanzaban estados de alta diferenciación y discernimiento.

Así, llegado el día de Uposatha —noche de luna llena del mes de Komudi—, cuando el Bienaventurado permanecía sentado al aire libre, rodeado de los monjes, observó el silencio del sangha y se dirigió a ellos de esta manera:

Monjes, esta asamblea está libre del bullicio, esta asamblea está libre del habla insustancial. Está establecida en lo esencial. Tal es esta asamblea, este sangha de monjes. Tal asamblea es digna de obsequios, digna de hospitalidad, digna de ofrendas, digna de reverencias, un incomparable campo de méritos para el mundo. Así, un pequeño obsequio, ofrecido a semejante asamblea, se convierte en gran mérito y, un gran obsequio, en un mérito aún mayor. Es poco común semejante asamblea para el mundo. Valdría la pena viajar desde muy lejos, con el equipaje a cuestas, solamente para verla. Tal es este sangha de monjes, tal es esta asamblea.

En este sangha hay monjes que son arahants con todas sus contaminaciones destruidas, que han vivido la vida santa, que han realizado lo que había que hacer, que se han desprendido de la carga, que han alcanzado la propia meta, que han destruido las cadenas de la existencia y se han liberado por completo a través del conocimiento final. Tales son los monjes que hay en este sangha.

En este sangha hay monjes que, con la destrucción de las cinco cadenas menores, reaparecerán en las Moradas Puras y allí alcanzarán el Nibbana sin tener que retornar a este mundo. Tales son los monjes que hay en este sangha.

En este sangha hay monjes que, con la destrucción de las cadenas menores y con el debilitamiento de la codicia, odio y falsa ilusión, son los que retornan una sola vez: regresan una vez más al mundo para poner fin a la insatisfacción. Tales son los monjes que hay en este sangha.

En este sangha hay monjes que, con la destrucción de la codicia, odio y falsa ilusión, entran en la corriente, libres de la perdición, inquebrantables, encaminados hacia el despertar. Tales son los monjes que hay en este sangha.

En este sangha hay monjes que viven dedicados al desarrollo de los cuatro fundamentos de la atención consciente… hay monjes que viven dedicados al desarrollo de las cuatro clases de correcto esfuerzo... al desarrollo de las cuatro bases del poder espiritual... de las cinco facultades... de los cinco poderes... de los siete factores del despertar... del Noble Óctuple Sendero. Tales son los monjes que hay en este sangha.

En este sangha hay monjes que viven dedicados al desarrollo del amor benevolente... de la compasión... de la dicha altruista... de la ecuanimidad... de la meditación sobre la asquerosidad... de la percepción de la transitoriedad. Tales son los monjes que hay en este sangha.

En este Sangha hay monjes que viven dedicados al desarrollo de la atención consciente en la respiración.

Monjes, cuando se desarrolla y cultiva la atención consciente en la respiración, la misma es fructífera y beneficiosa. Cuando se desarrolla y cultiva la atención consciente en la respiración, se realizan los cuatro fundamentos de la atención consciente. Cuando se desarrollan y cultivan los cuatro fundamentos de la atención consciente, se realizan los siete factores del despertar. Cuando se desarrollan y cultivan los siete factores del despertar, se realizan el verdadero conocimiento y liberación.

Y, ¿cómo, monjes, se desarrolla y cultiva la atención consciente en la respiración, de manera tal que sea fructífera y beneficiosa?

He aquí, el monje va al bosque y, debajo de un árbol o choza vacía, se sienta cruzando las piernas, enderezado el cuerpo y estableciendo su atención consciente en frente de él: conscientemente inhala, conscientemente exhala.

Inhalando largo, comprende: (i) estoy inhalando largo; exhalando largo, comprende: estoy exhalando largo. (ii) Inhalando corto, comprende: estoy inhalando corto; exhalando corto, comprende: estoy exhalando corto.

Luego se entrena así: (iii) voy a inhalar experimentado el cuerpo… voy a exhalar experimentado el cuerpo… (iv) voy a inhalar calmando las formaciones corporales… voy a exhalar, calmando las formaciones corporales… (v) voy a inhalar experimentando entusiasmo… voy a exhalar experimentando entusiasmo… (vi) voy a inhalar experimentando placer… voy a exhalar experimentando placer… (vii) voy a inhalar experimentando las formaciones mentales… voy a exhalar experimentando las formaciones mentales… (viii) voy a inhalar calmando las formaciones mentales… voy a exhalar calmando las formaciones mentales… (ix) voy a inhalar experimentando la mente… voy a exhalar experimentando la mente… (x) voy a inhalar con satisfacción en la mente… voy a exhalar con satisfacción en la mente… (xi) voy a inhalar concentrando la mente… voy a exhalar concentrando la mente… (xii) voy a inhalar liberando la mente… voy a exhalar liberando la mente… (xiii) voy a inhalar contemplando la transitoriedad… voy a exhalar contemplando la transitoriedad… (xiv) voy a inhalar contemplando la disolución… voy a exhalar contemplando la disolución… (xv) voy a inhalar contemplando el cese… voy a exhalar contemplando el cese… (xvi) voy a inhalar contemplando el renunciamiento… voy a exhalar contemplando el renunciamiento.

De esta forma, monjes, es como se desarrolla y cultiva la atención consciente en la respiración para que sea fructífera y beneficiosa.

Y, ¿cómo, monjes, cuando se desarrolla y cultiva la atención consciente en la respiración, se realizan los cuatro fundamentos de la atención consciente?

En cualquier ocasión en la que esté, cuando el monje inhala largo, entiende: estoy inhalando largo; y cuando exhala largo, entiende: estoy exhalando largo. Cuando inhala corto, entiende: estoy inhalando corto; y cuando exhala corto, entiende: estoy exhalando corto.

Luego, al entrenarse así: voy a inhalar experimentado el cuerpo… voy a exhalar experimentado el cuerpo… voy a inhalar calmando las formaciones corporales… voy a exhalar calmando las formaciones corporales; el monje permanece contemplando el cuerpo en el cuerpo, fervoroso, plenamente atento y consciente, habiendo dejado atrás la codicia y el pesar por el mundo. Yo digo que, como la inhalación y la exhalación es un cierto tipo de cuerpo entre los cuerpos, en esta ocasión el monje permanece contemplando el cuerpo en el cuerpo, fervorosamente, plenamente atento y consciente, dejando atrás la codicia y pesar por el mundo.

De la misma manera, en cualquier ocasión en la que esté, cuando el monje se entrena así: voy a inhalar experimentando entusiasmo… voy a exhalar experimentando entusiasmo… voy a inhalar experimentando placer… voy a exhalar experimentando placer… voy a inhalar experimentando las formaciones mentales… voy a exhalar experimentando las formaciones mentales… voy a inhalar calmando las formaciones mentales…voy a exhalar calmando las formaciones mentales; el monje permanece contemplando las sensaciones en las sensaciones, fervoroso, plenamente atento y consciente, habiendo dejado atrás la codicia y el pesar por el mundo. Yo digo que, como la inhalación y la exhalación es un cierto tipo de sensación entre las sensaciones, en esta ocasión el monje permanece contemplando las sensaciones en las sensaciones, fervorosamente, plenamente atento y consciente, dejando atrás la codicia y pesar por el mundo.

En cualquier ocasión en la que esté, cuando el monje se entrena así: voy a inhalar experimentando la mente… voy a exhalar experimentando la mente… voy a inhalar con satisfacción en la mente... voy a exhalar con satisfacción en la mente… voy a inhalar concentrando la mente… voy a exhalar concentrando la mente… voy a inhalar liberando la mente… voy a exhalar liberando la mente; el monje permanece contemplando la mente en la mente, fervoroso, plenamente atento y consciente, habiendo dejado atrás la codicia y el pesar por el mundo. Yo digo que, como la inhalación y la exhalación es un cierto tipo de mente entre las mentes, en esta ocasión el monje permanece contemplando la mente en la mente, fervorosamente, plenamente atento y consciente, dejando atrás la codicia y pesar por el mundo. Yo digo que como el desarrollo de la atención consciente en la respiración no es para aquellos que son olvidadizos, ni para quienes no pueden estar plenamente atentos, en esta ocasión el monje permanece contemplando la mente en la mente, con fervor, plenamente atento y consciente, habiendo dejado atrás la codicia y el pesar por el mundo.

En cualquier ocasión en la que esté, cuando el monje se entrena así: voy a inhalar contemplando la transitoriedad… voy a exhalar contemplando la transitoriedad… voy a inhalar contemplando la disolución… voy a exhalar contemplando la disolución… voy a inhalar contemplando el cese… voy a exhalar contemplando el cese… voy a inhalar contemplando el renunciamiento… voy a exhalar contemplando el renunciamiento; el monje permanece contemplando los objetos mentales en los objetos mentales, fervoroso, plenamente atento y consciente, dejando atrás la codicia y el pesar por el mundo. Viendo así, con sabiduría, surge en él una atenta ecuanimidad y permanece contemplando los objetos mentales en los objetos mentales, con fervor, plenamente atento y consciente, habiendo dejado atrás la codicia y el pesar por el mundo.

De esta forma, monjes, es como se desarrolla y cultiva la atención consciente en la respiración para que se realicen los cuatro fundamentos de la atención consciente.

Y, ¿cómo, monjes, cuando se desarrollan y cultivan los cuatro fundamentos de la atención consciente, se realizan los siete factores del despertar?

Monjes, en cualquier ocasión en la que un monje permanece contemplando el cuerpo como cuerpo —fervorosamente, plenamente atento y consciente, habiendo dejado atrás la codicia y el pesar por el mundo— en esa ocasión se establece en él una incesante atención consciente. En cualquier ocasión en la que se establece la incesante atención consciente, en esa misma ocasión surge el factor del despertar de la atención consciente, el cual, mediante desarrollo, llega a realizarse por completo.

Permaneciendo consciente, el monje investiga y examina este estado con sabiduría y se embarca en la averiguación completa de él. Así, surge en su mente el factor del despertar de la investigación de los estados mentales, el cual, mediante desarrollo, llega a realizar por completo.

En alguien que investiga y examina con sabiduría, surge una inagotable energía. En cualquier ocasión en la que aparece esa inagotable energía producto de la investigación y examen, en esa ocasión surge el factor del despertar de la energía, el cual, mediante desarrollo, llega a realizarse por completo.

En quien surgió la energía, surge el entusiasmo espiritual. En cualquier ocasión en la cual surge ese entusiasmo espiritual, en esa  ocasión surge el factor del despertar del entusiasmo, el cual, mediante desarrollo, llega a realizarse por completo.

En alguien que está entusiasmado, el cuerpo y la mente se calman. En cualquier ocasión en la que se calman el cuerpo y la mente, en esa ocasión surge el factor del despertar de la tranquilidad, el cual, mediante desarrollo, llega a realizarse por completo.

En alguien cuyo cuerpo está tranquilo y siente placer, la mente llega a concentrarse. En cualquier ocasión en la que se concentra la mente, en esa ocasión surge el factor del despertar de la concentración, el cual, mediante desarrollo, llega a realizarse por completo.

Entonces el monje observa con atención y ecuanimidad la mente concentrada. En cualquier ocasión en la que se observa con atención y ecuanimidad la mente concentrada, en esa ocasión surge el factor del despertar de la ecuanimidad, el cual, mediante desarrollo, llega a realizarse por completo.

Monjes, en cualquier ocasión, en la cual el monje permanece contemplando las sensaciones como sensaciones —fervorosamente, plenamente atento y consciente, habiendo dejado atrás la codicia y el pesar por el mundo— se establece en él una incesante atención consciente.... investigación… energía… entusiasmo espiritual… tranquilidad… concentración…  Así, en cualquier ocasión en la que el monje observa con atención y ecuanimidad la mente concentrada, en esa ocasión surge en él el factor del despertar de la ecuanimidad, el cual, mediante el desarrollo, llega a realizar por completo.

Monjes, en cualquier ocasión, en la cual el monje permanece contemplando la mente en la mente —fervorosamente, plenamente atento y consciente, habiendo dejado atrás la codicia y el pesar por el mundo—  se establece en él una incesante atención consciente.... investigación… energía… entusiasmo espiritual… tranquilidad… concentración…  Así, en cualquier ocasión en la que el monje observa con atención y ecuanimidad la mente concentrada, en esa ocasión surge en él el factor del despertar de la ecuanimidad, el cual, mediante el desarrollo, llega a realizar por completo.

Monjes, en cualquier ocasión en la cual el monje permanece contemplando los objetos mentales como objetos mentales —fervorosamente, plenamente atento y consciente, habiendo dejado atrás la codicia y el pesar por el mundo— se establece en él una incesante atención consciente.... investigación… energía… entusiasmo espiritual… tranquilidad… concentración…  Así, en cualquier ocasión en la que el monje observa con atención y ecuanimidad la mente concentrada, en esa ocasión surge en él el factor del despertar de la ecuanimidad, el cual, mediante el desarrollo, llega a realizar por completo.

Es así, monjes, cómo se desarrollan y cultivan los cuatro fundamentos de la atención consciente para que se realicen los siete factores del despertar.

Y, ¿cómo, monjes, cuando se desarrollan y cultivan los siete factores del despertar, se realizan el verdadero conocimiento y liberación?

He aquí, el monje desarrolla el factor del despertar de la atención consciente apoyándose en la reclusión, el desapasionamiento y el cese madurado en el renunciamiento. Además, desarrolla el factor del despertar de la investigación… desarrolla el factor del despertar de la energía... desarrolla el factor del despertar del entusiasmo... de la tranquilidad... de la concentración... de la ecuanimidad, apoyándose en la reclusión, el desapasionamiento y el cese madurado en el renunciamiento.

Es así, monjes, cómo se desarrollan y cultivan los siete factores del despertar para realizar el verdadero conocimiento y liberación.

Esto fue lo que el Bienaventurado dijo, entonces los monjes se deleitaron y complacieron en las palabras del Bienaventurado.