Ananda Sutta
SN 54,13 {14S5.10.2.3,989}
En cierta
ocasión, estando en Savatthi, el venerable Ananda se acercó al Bienaventurado
y, saludándolo respetuosamente, se sentó a un lado preguntando:
Venerable señor,
¿existe alguna cualidad que, al ser cultivada y desarrollada, culmina en la
realización de otras cuatro cualidades que, al ser cultivadas y desarrolladas,
también culminan en la realización de otras siete cualidades que, a su vez, al
ser cultivadas y desarrolladas culminan, finalmente, en la realización de dos
cualidades?
Sí, Ananda,
existe tal cualidad única que, al ser cultivada y desarrollada, culmina en la
realización de cuatro cualidades que, al ser cultivadas y desarrolladas,
también culminan en la realización de siete cualidades que, a su vez, al ser
cultivadas y desarrolladas culminan, finalmente, en la realización de dos
cualidades.
Y, venerable
señor, ¿cuál es esa cualidad única que, al ser cultivada y desarrollada,
culmina en la realización de cuatro cualidades que…culminan, finalmente, en la realización
de dos cualidades?
Es la (i) atención
consciente en la inhalación y exhalación que, cuando es cultivada y
desarrollada, culmina con la realización de los (ii) cuatro fundamentos de la
atención consciente, los cuales, al ser cultivados y desarrollados, culminan
con la realización de los (iii) siete factores del despertar que, a su vez,
cultivados y desarrollados culminan, finalmente, con la realización del (iv) claro
conocimiento y liberación.
Y, ¿cómo se cultiva la atención consciente en
la inhalación y exhalación, para que culmine en la realización de los cuatro fundamentos
de la atención consciente?
Ananda, el
monje va al bosque, al pie de un árbol o una casa vacía, ahí se sienta con las
piernas cruzadas, manteniendo el cuerpo recto y estableciendo la atención
frente a él. Así, permanece atento a la inhalación y exhalación.
(i) Inhalando
largo, sabe: estoy inhalando largo; exhalando largo, sabe: estoy exhalando
largo. Cuando (ii) inhala corto, sabe: estoy inhalando corto; cuando exhala
corto, sabe: estoy exhalando corto. Se entrena de esta manera: (iii) voy a
inhalar experimentado el cuerpo entero, voy a exhalar experimentado el cuerpo
entero… (iv) voy a inhalar calmando los procesos corporales, voy a exhalar
calmando los procesos corporales… (v) voy a inhalar experimentando éxtasis, voy
a exhalar experimentando éxtasis… (vi) voy a inhalar experimentando placer, voy
a exhalar experimentando placer… (vii) voy a inhalar experimentando los
procesos mentales, voy a exhalar experimentando los procesos mentales… (viii)
voy a inhalar calmando los procesos mentales, voy a exhalar calmando los procesos
mentales… (ix) voy a inhalar experimentando la mente, voy a exhalar experimentando
la mente… (x) voy a inhalar con satisfacción en la mente, voy a exhalar con
satisfacción en la mente… (xi) voy a inhalar haciendo la mente serenamente
inconmovible, voy a exhalar haciendo la mente serenamente inconmovible… (xii)
voy a inhalar liberando la mente, voy a exhalar liberando la mente… (xiii) voy a
inhalar contemplando la impermanencia, voy a exhalar contemplando la
impermanencia… (xiv) voy a inhalar contemplando con desapasionada ecuanimidad,
voy a exhalar contemplando con desapasionada ecuanimidad… (xv) voy a inhalar
contemplando el cese, voy a exhalar contemplando el cese… (xvi) voy a inhalar
contemplando la renuncia y el abandono, voy a exhalar contemplando la renuncia
y abandono.
Ananda, cada
vez que el monje inhala largo, sabiendo que está inhalando largo, o exhala
largo, sabiendo que está exhalando largo; o inhala corto, sabiendo que inhala
corto, o exhala corto, sabiendo que exhala corto. Cada vez que se entrena de
esta manera: voy a inhalar y exhalar experimentado el cuerpo entero… voy a
inhalar y exhalar calmando los procesos corporales, entonces, el monje
permanece contemplando el cuerpo en sí mismo, con fervor, clara comprensión y
atención consciente, dejando atrás la codicia y aversión por el mundo.
Ananda, cada
vez que el monje se entrena de esta manera: voy a inhalar y exhalar
experimentando éxtasis… voy a inhalar y exhalar experimentando placer… voy a
inhalar y exhalar experimentando los procesos mentales… voy a inhalar y exhalar
calmando los procesos mentales, entonces, el monje permanece contemplando las
sensaciones en sí mismas, con fervor, clara comprensión y atención consciente, dejando
atrás la codicia y aversión por el mundo.
Ananda, cada
vez que el monje se entrena de esta manera: voy a inhalar y exhalar
experimentando la mente… voy a inhalar y exhalar con satisfacción en la mente…
voy a inhalar y exhalar haciendo serenamente inconmovible la mente… voy a
inhalar y exhalar liberando la mente, entonces, el monje permanece contemplando
la mente en sí misma, con fervor, clara comprensión y atención consciente,
dejando atrás la codicia y aversión por el mundo.
Ananda, cada
vez que el monje se entrena de esta manera: voy a inhalar y exhalar
contemplando la impermanencia… voy a inhalar y exhalar contemplando con
desapasionada ecuanimidad… voy a inhalar y exhalar contemplando el cese… voy a
inhalar y exhalar contemplando la renuncia y el abandono, entonces, el monje
permanece contemplando los fenómenos mentales en sí mismos, con fervor, clara
comprensión y atención consciente, dejando atrás la codicia y aversión por el
mundo.
De esta manera
se cultiva la atención consciente en la inhalación y exhalación, para que
culmine en la realización de los cuatro fundamentos de la atención consciente.
Y, ¿cómo se cultivan los cuatro fundamentos de
la atención consciente, para que culminen en la realización de los siete
factores del despertar?
Ananda, cada
vez que el monje permanece contemplando el cuerpo en sí mismo, con fervor,
clara comprensión y atención consciente, dejando atrás la codicia y aversión
por el mundo, su atención consciente se vuelve continua y firme. Cuando la
atención consciente es continua y firme, aparece la atención consciente como
factor del despertar. Entonces, el monje la desarrolla hasta hacerla culminar en
su realización.
Ananda,
mientras el monje permanece atentamente consciente, examinando e investigando
el Dhamma, llega a comprender sus cualidades con discernimiento. Cuando
permanece así, atentamente consciente, examinando e investigando el Dhamma,
llegando a comprender sus cualidades con discernimiento, aparece la investigación
de las cualidades como factor del despertar. Entonces, el monje la desarrolla
hasta hacerla culminar en su realización.
Ananda,
mientras el monje permanece examinando e investigando el Dhamma, comprendiendo
sus cualidades con discernimiento, llega a experimentar una inagotable energía.
Cuando permanece así, examinando e investigando el Dhamma, llegando a
comprender sus cualidades con discernimiento e inagotable energía, aparece la
energía como factor del despertar. Entonces, el monje la desarrolla hasta hacerla
culminar en su realización.
Ananda, cuando
en el monje aparece esta energía, brota también el éxtasis espiritual. Cuando
permanece así, lleno de inagotable energía, aparece el éxtasis como factor del
despertar. Entonces, el monje lo desarrolla hasta hacerlo culminar en su
realización.
Ananda, el
cuerpo y la mente de alguien extasiado de esta manera, se calman. Cuando el
cuerpo y la mente están calmados en éxtasis, aparece la tranquilidad como
factor del despertar. Entonces, el monje la desarrolla hasta hacerla culminar en
su realización.
Ananda, la
mente de alguien que está feliz y cuyo cuerpo está calmado, se concentra. Cuando
la mente de alguien feliz y calmado, está concentrada, aparece la concentración
como factor del despertar. Entonces, el monje la desarrolla hasta hacerla culminar
en su realización.
Ananda, estando
la mente concentrada, el monje la supervisa con ecuanimidad. Cuando la mente es
supervisada con ecuanimidad, aparece la ecuanimidad como factor del despertar.
Entonces, el monje la desarrolla hasta hacerla culminar en su realización.
Ananda, cada
vez que el monje permanece contemplando las sensaciones en sí mismas... cada
vez que permanece contemplando la mente en sí misma... cada vez que permanece
contemplando los fenómenos mentales en sí mismos, con fervor, clara comprensión
y atención consciente, dejando atrás la codicia y aversión por el mundo, su
atención consciente se vuelve continua y firme. Cuando la atención consciente
es continua y firme, aparece la atención consciente como factor del despertar… Cuando
la mente es supervisada con ecuanimidad, aparece la ecuanimidad como factor del
despertar. Entonces, el monje la desarrolla hasta hacerla culminar en su
realización.
De esta manera
se cultivan los cuatro fundamentos de la atención consciente para que culminen
en la realización de los siete factores del despertar.
Y, ¿cómo se
cultivan los siete factores del despertar, para que culminen en la realización
del claro conocimiento y liberación?
Ananda, el
monje cultiva la atención consciente como factor de despertar, apoyado en la
reclusión, desapasionamiento, cese y madurez en la liberación. Cultiva la
investigación de las cualidades del Dhamma… la energía… el éxtasis… la
tranquilidad… la concentración… la ecuanimidad como factor del despertar,
apoyado en la reclusión, desapasionamiento, cese y madurez en la liberación.
De esta manera
se cultivan los siete factores del despertar para que culminen en la
realización del claro conocimiento y liberación.
Esto es lo que
el Bienaventurado dijo, entonces el venerable Ananda fue complacido y se
deleitó en las palabras del Bienaventurado.
Anapanasati Sutta
MN 118 {11M.2.8,144-152}
Esto he
escuchado.
En cierta
ocasión el Bienaventurado estaba en Savatthi, en el parque oriental del palacio
de la madre de Migara, junto a varios de sus discípulos más ancianos y
venerables: Sariputta, Mahamoggallana,
Mahakassapa, Mahakaccana, Mahakotthita, Mahakappina, Mahacunda, Anuruddha,
Revata, Ananda y otros discípulos mayores.
En esa
oportunidad los monjes ancianos enseñaban e instruían a los monjes nuevos. Algunos
enseñaban a diez monjes, otros a veinte, otros a treinta o cuarenta monjes. Y
los nuevos monjes, habiendo sido enseñados e instruidos por los monjes
ancianos, alcanzaban estados de alta diferenciación y discernimiento.
En esa ocasión
—Uposatha de luna llena de Pavarana— el Bienaventurado permanecía sentado al
aire libre, rodeado del sangha. Observando el silencio de los monjes, les habló
así:
Monjes, estoy
contento con este avance. Mi mente está contenta con este progreso. Ahora,
suscitad más energía para alcanzar lo que no habéis alcanzado, para lograr lo que
no habéis logrado y para descubrir lo que no habéis descubierto todavía.
Mientras, yo esperaré aquí en Savatthi, hasta el día de luna llena del cuarto
mes de Komudi.
Cuando los
monjes diseminados por los campos se enteraron de que el Bienaventurado
esperaría en Savatthi, hasta la luna llena del cuarto mes de Komudi,
emprendieron viaje hacia Savatthi para ver al Bienaventurado.
Entonces, los
monjes ancianos enseñaron e instruyeron a los nuevos monjes con mayor ahínco. Algunos
enseñaban e instruían a diez monjes, otros a veinte, otros a treinta o cuarenta
monjes. Y los nuevos monjes, habiendo sido enseñados e instruidos por los
monjes ancianos, alcanzaban estados de alta diferenciación y discernimiento.
Así, llegado
el día de Uposatha —noche de luna llena del mes de Komudi—, cuando el Bienaventurado
permanecía sentado al aire libre, rodeado de los monjes, observó el silencio
del sangha y se dirigió a ellos de esta manera:
Monjes, esta
asamblea está libre del bullicio, esta asamblea está libre del habla
insustancial. Está establecida en lo esencial. Tal es esta asamblea, este sangha
de monjes. Tal asamblea es digna de obsequios, digna de hospitalidad, digna de
ofrendas, digna de reverencias, un incomparable campo de méritos para el mundo.
Así, un pequeño obsequio, ofrecido a semejante asamblea, se convierte en gran
mérito y, un gran obsequio, en un mérito aún mayor. Es poco común semejante
asamblea para el mundo. Valdría la pena viajar desde muy lejos, con el equipaje
a cuestas, solamente para verla. Tal es este sangha de monjes, tal es esta
asamblea.
En este sangha
hay monjes que son arahants con todas sus contaminaciones destruidas, que han
vivido la vida santa, que han realizado lo que había que hacer, que se han
desprendido de la carga, que han alcanzado la propia meta, que han destruido
las cadenas de la existencia y se han liberado por completo a través del
conocimiento final. Tales son los monjes que hay en este sangha.
En este sangha
hay monjes que, con la destrucción de las cinco cadenas menores, reaparecerán en
las Moradas Puras y allí alcanzarán el Nibbana sin tener que retornar a este
mundo. Tales son los monjes que hay en este sangha.
En este sangha
hay monjes que, con la destrucción de las cadenas menores y con el debilitamiento
de la codicia, odio y falsa ilusión, son los que retornan una sola vez:
regresan una vez más al mundo para poner fin a la insatisfacción. Tales son los
monjes que hay en este sangha.
En este sangha
hay monjes que, con la destrucción de la codicia, odio y falsa ilusión, entran
en la corriente, libres de la perdición, inquebrantables, encaminados hacia el
despertar. Tales son los monjes que hay en este sangha.
En este sangha
hay monjes que viven dedicados al desarrollo de los cuatro fundamentos de la atención
consciente… hay monjes que viven dedicados al desarrollo de las cuatro clases
de correcto esfuerzo... al desarrollo de las cuatro bases del poder
espiritual... de las cinco facultades... de los cinco poderes... de los siete
factores del despertar... del Noble Óctuple Sendero. Tales son los monjes que
hay en este sangha.
En este sangha
hay monjes que viven dedicados al desarrollo del amor benevolente... de la
compasión... de la dicha altruista... de la ecuanimidad... de la meditación
sobre la asquerosidad... de la percepción de la transitoriedad. Tales son los
monjes que hay en este sangha.
En este Sangha
hay monjes que viven dedicados al desarrollo de la atención consciente en la
respiración.
Monjes, cuando
se desarrolla y cultiva la atención consciente en la respiración, la misma es
fructífera y beneficiosa. Cuando se desarrolla y cultiva la atención consciente
en la respiración, se realizan los cuatro fundamentos de la atención
consciente. Cuando se desarrollan y cultivan los cuatro fundamentos de la
atención consciente, se realizan los siete factores del despertar. Cuando se
desarrollan y cultivan los siete factores del despertar, se realizan el
verdadero conocimiento y liberación.
Y, ¿cómo,
monjes, se desarrolla y cultiva la atención consciente en la respiración, de
manera tal que sea fructífera y beneficiosa?
He aquí, el
monje va al bosque y, debajo de un árbol o choza vacía, se sienta cruzando las
piernas, enderezado el cuerpo y estableciendo su atención consciente en frente
de él: conscientemente inhala, conscientemente exhala.
Inhalando
largo, comprende: (i) estoy inhalando largo; exhalando largo, comprende: estoy
exhalando largo. (ii) Inhalando corto, comprende: estoy inhalando corto;
exhalando corto, comprende: estoy exhalando corto.
Luego se
entrena así: (iii) voy a inhalar experimentado el cuerpo… voy a exhalar
experimentado el cuerpo… (iv) voy a inhalar calmando las formaciones
corporales… voy a exhalar, calmando las formaciones corporales… (v) voy a
inhalar experimentando entusiasmo… voy a exhalar experimentando entusiasmo… (vi)
voy a inhalar experimentando placer… voy a exhalar experimentando placer… (vii)
voy a inhalar experimentando las formaciones mentales… voy a exhalar
experimentando las formaciones mentales… (viii) voy a inhalar calmando las
formaciones mentales… voy a exhalar calmando las formaciones mentales… (ix) voy
a inhalar experimentando la mente… voy a exhalar experimentando la mente… (x)
voy a inhalar con satisfacción en la mente… voy a exhalar con satisfacción en
la mente… (xi) voy a inhalar concentrando la mente… voy a exhalar concentrando
la mente… (xii) voy a inhalar liberando la mente… voy a exhalar liberando la
mente… (xiii) voy a inhalar contemplando la transitoriedad… voy a exhalar
contemplando la transitoriedad… (xiv) voy a inhalar contemplando la disolución…
voy a exhalar contemplando la disolución… (xv) voy a inhalar contemplando el
cese… voy a exhalar contemplando el cese… (xvi) voy a inhalar contemplando el
renunciamiento… voy a exhalar contemplando el renunciamiento.
De esta forma,
monjes, es como se desarrolla y cultiva la atención consciente en la
respiración para que sea fructífera y beneficiosa.
Y, ¿cómo,
monjes, cuando se desarrolla y cultiva la atención consciente en la
respiración, se realizan los cuatro fundamentos de la atención consciente?
En cualquier
ocasión en la que esté, cuando el monje inhala largo, entiende: estoy inhalando
largo; y cuando exhala largo, entiende: estoy exhalando largo. Cuando inhala
corto, entiende: estoy inhalando corto; y cuando exhala corto, entiende: estoy
exhalando corto.
Luego, al
entrenarse así: voy a inhalar experimentado el cuerpo… voy a exhalar
experimentado el cuerpo… voy a inhalar calmando las formaciones corporales… voy
a exhalar calmando las formaciones corporales; el monje permanece contemplando
el cuerpo en el cuerpo, fervoroso, plenamente atento y consciente, habiendo
dejado atrás la codicia y el pesar por el mundo. Yo digo que, como la
inhalación y la exhalación es un cierto tipo de cuerpo entre los cuerpos, en esta
ocasión el monje permanece contemplando el cuerpo en el cuerpo, fervorosamente,
plenamente atento y consciente, dejando atrás la codicia y pesar por el mundo.
De la misma
manera, en cualquier ocasión en la que esté, cuando el monje se entrena así: voy
a inhalar experimentando entusiasmo… voy a exhalar experimentando entusiasmo…
voy a inhalar experimentando placer… voy a exhalar experimentando placer… voy a
inhalar experimentando las formaciones mentales… voy a exhalar experimentando
las formaciones mentales… voy a inhalar calmando las formaciones mentales…voy a
exhalar calmando las formaciones mentales; el monje permanece contemplando las
sensaciones en las sensaciones, fervoroso, plenamente atento y consciente,
habiendo dejado atrás la codicia y el pesar por el mundo. Yo digo que, como la
inhalación y la exhalación es un cierto tipo de sensación entre las
sensaciones, en esta ocasión el monje permanece contemplando las sensaciones en
las sensaciones, fervorosamente, plenamente atento y consciente, dejando atrás
la codicia y pesar por el mundo.
En cualquier
ocasión en la que esté, cuando el monje se entrena así: voy a inhalar
experimentando la mente… voy a exhalar experimentando la mente… voy a inhalar con
satisfacción en la mente... voy a exhalar con satisfacción en la mente… voy a
inhalar concentrando la mente… voy a exhalar concentrando la mente… voy a
inhalar liberando la mente… voy a exhalar liberando la mente; el monje
permanece contemplando la mente en la mente, fervoroso, plenamente atento y
consciente, habiendo dejado atrás la codicia y el pesar por el mundo. Yo digo
que, como la inhalación y la exhalación es un cierto tipo de mente entre las mentes,
en esta ocasión el monje permanece contemplando la mente en la mente,
fervorosamente, plenamente atento y consciente, dejando atrás la codicia y
pesar por el mundo. Yo digo que como el desarrollo de la atención consciente en
la respiración no es para aquellos que son olvidadizos, ni para quienes no
pueden estar plenamente atentos, en esta ocasión el monje permanece
contemplando la mente en la mente, con fervor, plenamente atento y consciente,
habiendo dejado atrás la codicia y el pesar por el mundo.
En cualquier
ocasión en la que esté, cuando el monje se entrena así: voy a inhalar contemplando
la transitoriedad… voy a exhalar contemplando la transitoriedad… voy a inhalar
contemplando la disolución… voy a exhalar contemplando la disolución… voy a
inhalar contemplando el cese… voy a exhalar contemplando el cese… voy a inhalar
contemplando el renunciamiento… voy a exhalar contemplando el renunciamiento; el
monje permanece contemplando los objetos mentales en los objetos mentales,
fervoroso, plenamente atento y consciente, dejando atrás la codicia y el pesar
por el mundo. Viendo así, con sabiduría, surge en él una atenta ecuanimidad y
permanece contemplando los objetos mentales en los objetos mentales, con fervor,
plenamente atento y consciente, habiendo dejado atrás la codicia y el pesar por
el mundo.
De esta forma,
monjes, es como se desarrolla y cultiva la atención consciente en la
respiración para que se realicen los cuatro fundamentos de la atención
consciente.
Y, ¿cómo,
monjes, cuando se desarrollan y cultivan los cuatro fundamentos de la atención
consciente, se realizan los siete factores del despertar?
Monjes, en
cualquier ocasión en la que un monje permanece contemplando el cuerpo como
cuerpo —fervorosamente, plenamente atento y consciente, habiendo dejado atrás
la codicia y el pesar por el mundo— en esa ocasión se establece en él una
incesante atención consciente. En cualquier ocasión en la que se establece la
incesante atención consciente, en esa misma ocasión surge el factor del
despertar de la atención consciente, el cual, mediante desarrollo, llega a
realizarse por completo.
Permaneciendo
consciente, el monje investiga y examina este estado con sabiduría y se embarca
en la averiguación completa de él. Así, surge en su mente el factor del
despertar de la investigación de los estados mentales, el cual, mediante desarrollo,
llega a realizar por completo.
En alguien que
investiga y examina con sabiduría, surge una inagotable energía. En cualquier
ocasión en la que aparece esa inagotable energía producto de la investigación y
examen, en esa ocasión surge el factor del despertar de la energía, el cual,
mediante desarrollo, llega a realizarse por completo.
En quien
surgió la energía, surge el entusiasmo espiritual. En cualquier ocasión en la
cual surge ese entusiasmo espiritual, en esa ocasión surge el factor del despertar del
entusiasmo, el cual, mediante desarrollo, llega a realizarse por completo.
En alguien que
está entusiasmado, el cuerpo y la mente se calman. En cualquier ocasión en la
que se calman el cuerpo y la mente, en esa ocasión surge el factor del
despertar de la tranquilidad, el cual, mediante desarrollo, llega a realizarse
por completo.
En alguien cuyo
cuerpo está tranquilo y siente placer, la mente llega a concentrarse. En cualquier
ocasión en la que se concentra la mente, en esa ocasión surge el factor del
despertar de la concentración, el cual, mediante desarrollo, llega a realizarse
por completo.
Entonces el
monje observa con atención y ecuanimidad la mente concentrada. En cualquier ocasión
en la que se observa con atención y ecuanimidad la mente concentrada, en esa
ocasión surge el factor del despertar de la ecuanimidad, el cual, mediante
desarrollo, llega a realizarse por completo.
Monjes, en
cualquier ocasión, en la cual el monje permanece contemplando las sensaciones
como sensaciones —fervorosamente, plenamente atento y consciente, habiendo
dejado atrás la codicia y el pesar por el mundo— se establece en él una
incesante atención consciente.... investigación… energía… entusiasmo
espiritual… tranquilidad… concentración… Así, en cualquier ocasión en la que el monje
observa con atención y ecuanimidad la mente concentrada, en esa ocasión surge
en él el factor del despertar de la ecuanimidad, el cual, mediante el
desarrollo, llega a realizar por completo.
Monjes, en
cualquier ocasión, en la cual el monje permanece contemplando la mente en la
mente —fervorosamente, plenamente atento y consciente, habiendo dejado atrás la
codicia y el pesar por el mundo— se
establece en él una incesante atención consciente.... investigación… energía…
entusiasmo espiritual… tranquilidad… concentración… Así, en cualquier ocasión en la que el monje
observa con atención y ecuanimidad la mente concentrada, en esa ocasión surge
en él el factor del despertar de la ecuanimidad, el cual, mediante el
desarrollo, llega a realizar por completo.
Monjes, en
cualquier ocasión en la cual el monje permanece contemplando los objetos
mentales como objetos mentales —fervorosamente, plenamente atento y consciente,
habiendo dejado atrás la codicia y el pesar por el mundo— se establece en él
una incesante atención consciente.... investigación… energía… entusiasmo
espiritual… tranquilidad… concentración…
Así, en cualquier ocasión en la que el monje observa con atención y
ecuanimidad la mente concentrada, en esa ocasión surge en él el factor del
despertar de la ecuanimidad, el cual, mediante el desarrollo, llega a realizar
por completo.
Es así,
monjes, cómo se desarrollan y cultivan los cuatro fundamentos de la atención
consciente para que se realicen los siete factores del despertar.
Y, ¿cómo,
monjes, cuando se desarrollan y cultivan los siete factores del despertar, se
realizan el verdadero conocimiento y liberación?
He aquí, el
monje desarrolla el factor del despertar de la atención consciente apoyándose
en la reclusión, el desapasionamiento y el cese madurado en el renunciamiento.
Además, desarrolla el factor del despertar de la investigación… desarrolla el
factor del despertar de la energía... desarrolla el factor del despertar del
entusiasmo... de la tranquilidad... de la concentración... de la ecuanimidad, apoyándose
en la reclusión, el desapasionamiento y el cese madurado en el renunciamiento.
Es así,
monjes, cómo se desarrollan y cultivan los siete factores del despertar para
realizar el verdadero conocimiento y liberación.
Esto fue lo
que el Bienaventurado dijo, entonces los monjes se deleitaron y complacieron en
las palabras del Bienaventurado.